Ambos dominaron una etapa de la Liga, ganando ambos Liga Nacional y Sudamericana. Pero uno colapsó económicamente y el otro decidió retirarse. Interesante informe de Fabián García para BasquetPlus.
La Liga Nacional, desde sus inicios, fue símbolo del federalismo. Y en ese federalismo expandido a todo el país, le dio lugar a ciudades pequeñas o medianas que encontraron en el básquetbol la posibilidad de destacarse a nivel país, porque el presupuesto era manejable y no se necesitaba una súper estructura como en el fútbol.
Paralelamente, muchos lugares del país, casi siempre relacionados al momento económico del país, tuvieron clubes que se subieron a lo más alto. La mayoría duró, o lo que dio ese momento económico (generalmente en base a recursos naturales, como el campo y la agricultura), o hasta que la gente se cansó, tanto el público como los directivos.
Hoy tocaremos el puntual caso de la zona de Santa Fe, donde se concentraron una buena cantidad de casos. Hablaremos de una región concreta, conocida como la cuenca lechera, por las empresas de ese rubro apostadas por Sunchales y Rafaela, donde fueron protagonistas Libertad y Ben Hur, respectivamente.
El primero en aterrizar en la A fue Libertad en 1998, sponsoreado por Sancor Seguros, su gran sostén durante el tiempo que estuvo arriba, y 3 años después ya jugó su primera final de Liga, cayendo ante Estudiantes de Olavarría. Los sunchalenses armaron una estructura sólida (tenían un club importante atrás), y terminaron logrando varios títulos. Primero una Sudamericana en el 2002 (otra en 2007), luego un Top 4 en la 2002/03, luego un Súper 8 en 2005 (repetiría en 2007) y finalmente el gran anhelo, la Liga Nacional, en 2007/08, con un contundente 4-0 sobre Quimsa.
Durante más de una década fue protagonista, varias veces semifinalista, hasta que tras la temporada 2016/17 le vendió la plaza a Salta Basket. Curiosamente, volvió a ascender en la 2017/18, pero estaba claro que el interés general, más la salida de Sancor Seguros del lugar de principal sponsor, complicaban la supervivencia económica. Sin la empresa atrás, la gestión quedó en evidencia. Lo intentaron 3 años, pero luego de la pandemia, tras la liga de la burbuja, volvieron a vender su plaza, esta vez a Oberá. Estuvieron dos años en el ascenso y, tras una decisión consultada con los socios, decidieron apartarse definitivamente. Una gran pena para la Liga Nacional. Había sido ejemplo para el resto. Hoy arranca de nuevo en el Federal. Y mira como su última gran figura joven, José Vildoza, es la imagen de la competencia.
Lo de Ben Hur fue distinto. Subió algo después que Libertad (2002/03), mientras los vecinos empezaban a destacarse, y también llegó a la final 3 años después, pero en su caso logró el título, con aquel equipazo liderado por Leo Gutiérrez y dirigido por Julio Lamas, paradójicamente el entrenador que sacó campeón a ambos clubes. Lo de Ben Hur estuvo sostenido por una empresa láctea, Ilolay, y por una Mutual que terminó siendo la desencadenante de su fin. Empezó ya con mucho dinero y hasta construyó un impecable estadio.
Hubo dos años seguidos que rafaelinos y sunchalenses jugaron semifinales (2004/05 y 2005/06), y el básquetbol sentía que en la cuenca estaba el poder. Era cierto. Al año siguiente del título, Ben Hur también ganó la Sudamericana, pero ahí empezaron los problemas con la Mutual, que quebró y dejó un tendal que se terminó llevando puesto al club, que descendió en 2009 tras ganar solo 6 de 47 partidos.
El sueño de la permanencia en la élite murió rápido en Rafaela y más lentamente en Sunchales. Los cimientos del éxito no fueron sólidos y la bonanza económica de ambos clubes hizo olvidar que se necesitaba un plan más sostenible, palabra que en la Argentina genera más discusiones que acuerdos.
Fuente: BasquetPlus – Fabián García