
Porteña Asoc. accedió en la noche del viernes a la instancia de semifinales del Interasociativo. En el Polideportivo «Gustavo Di Carlo» le ganó a 9 de Julio de Morteros 73-66 y ahora enfrentará a su clásico rival, 9 de Julio Olímpico de Freyre.
El juego siempre lo tuvo como dominador al equipo de Jorge Pautasso, 9 de Julio lo corrió toda la noche desde atrás y sobre el final del juego, lo puso en aprietos de la mano de un Leandro Conti casi al borde de lo heroico. Sin embargo, el local resolvió bien el cierre y se quedó con el boleto a semifinales.
El primer cuarto fue todo de Porteña Asoc.. Pálido rendimiento de 9 de Julio, sobre todo en defensa, muy permeable, donde lastimó una y otra vez el «huevero». El parcial fue un lapidario 24-7, con Matías Righetti inspirado, comandando el ataque de un equipo fino y sólido en defensa. El parcial de 16-0 era todo un dato a esa altura, la superioridad notoria y las ansias de Porteña de tener una noche tranquila por la diferencia (algo impensada), se avizoraban en la medida que pasaban lo minutos.
Recién restando 2′ 39″, Aodassio rompió el maleficio para 9 de Julio que solo conseguiría 7 puntos en el segmento. El equipo de Darío Coronel estuvo distraído, descompensado, casi sin rumbo, insistiendo muchísimo, sin fortuna alguna, con tiros externos (2 de 14 en el primer tiempo) y demasiados errores como para un partido definitorio.
En el segundo cuarto, el juego se hizo un poco mas parejo, aunque la ventaja seguía favoreciendo a Porteña. En general fue errático para ambos, y quizá 9 de Julio debió aprovechar cierto bajón del rendimiento del local, pero no fue tal y a pesar de insistir, su juego no tenía grandes mejorías. A 5′ 27″, lo ganaba PACyD 29-9. El equipo de Pautasso ganaría con claridad el primer tiempo, aunque su juego no tuvo la fluidez de los primeros minutos de partido; de todos modos le alcanzó como para doblegar a 9, que tras un cuarto inicial para el olvido, todo le costó mucho mas, demasiado cuesta arriba a posteriori.
En el arranque del tercer cuarto, el celeste se animó con un parcial de 4-0, ajustó su defensa y tuvo algunos resultados; limó algunos puntos mientras que Porteña, algo enredado, cedió terreno y por momentos tuvo enfrente el protagonismo su rival. Toledo se encendió en el poste bajo, Conti se agigantó en lo suyo y comenzó a asomar el corazón del visitante.
En tanto, Miguel Isola, con su experiencia y sapiencia fue artífice fundamental para contener las embestidas del morterense. Cada vez que se arrimaba con peligrosidad, Isola con una bomba o una acción individual, enfriaba la venida adversaria. El episodio terminaría 52-38 para los porteñenses.
El cuarto final sería el epicentro de lo mas emotivo del duelo, porque 9 de Julio presionó poniéndose muy cerca de la linea de Porteña Asoc, que, sin embargo, lo pudo sacar a flote para quedarse con el partido.
En el primer tramo del cuarto, el visitante logró ponerse a 10 puntos. Cabrera, pero principalmente Conti, jugaron un pasaje formidable. El bonaerense se puso el equipo al hombro, puso su temperamento y su capacidad anotadora en pos de una situación extrema. 9 de Julio no tenía mañana y mas en ese contexto. No obstante, Isola y Righetti eran los bastiones de la resistencia de Porteña, que se mantenía arriba y cuyas ventas oscilaban entre los 10 y 12 puntos.
En una resolución cargada de tensión, el equipo de Coronel llegó a ponerse a 4 puntos (65-61) hasta que un doble salvador de Cristian Barrios tras pase de Riguetti alivió tensiones para que, a posteriori, el huevero cerrara el juego a su favor.
Síntesis:
Porteña Asoc. (73): Martin 2, Righetti 18, Cerdosino 7, Gallo 0, Barrios 8, Requejo 13, Ferrari 0, Isola 19, Moggio 6. DT J. Pautasso.
9 de Julio (66): Mengoni 2, Tibaldo 0, Conti 25, Toledo 11, Aodassio 5, Cabrera 14, Costamagna 8. DT: D. Coronel.
Parciales: 24-7/ 39-17/ 52-38 y 73-66
Árbitros: Cabrera – Arroyo
Después de un largo rato de finalizado el duelo, se generó un inconveniente en el hall de ingreso al Polideportivo «Di Carlo» cuando producto de un cruce entre el jugador Leandro Conti (que salía del estadio) y un par de simpatizantes de Porteña, se generó a la vista de todos una fuerte gresca generalizada que incluyó golpes de puño y empujones, finalizando con la salida de Conti por la zona del bar de la sede social gracias a la intervención de algún dirigente local que intercedió ante la situación con el fin de aquietar las aguas.