
Luego de lo que fue aquel malogrado final en Ceres, en el segundo punto de la serie playoff entre Central y Belgrano de San Nicolas, esta llave se volvió muy compleja, con un clima realmente enrarecido y dramático. En aquel momento, en pleno festejo de los aurinegros tras el triunfo del 2-0, un simpatizante de San Nicolas ingresó al rectángulo y agredió a un par de jugadores; luego, sus pares se cruzaron con la policía local y de allí en mas, en los días siguientes, todo pasó al plano de las amenazas y «advertencias» en la previa de lo que «podía llegar a pasar» en San Nicolas.
Y por ende, este martes por la noche con la victoria de Belgrano sobre la mesa, las cosas no se calmaron ni mucho menos. La delegación de Central denunció un clima extremadamente hostil mucho antes de comenzar dicho encuentro. Incluso, como medida de seguridad, se hospeda en Rosario donde analiza los pasos a seguir después de una noche angustiante como lo calificaron los protagonistas a través de distintos medios.
En dialogo con el programa Mesa Deportiva de Radio Belgrano de Suardi AM 1510, el profesor Enrique Uberti, dirigente ceresino, consideró «inentendible la situación» y muy alejada del deporte. «Ningún dirigente de Belgrano se comunicó con nosotros por lo sucedido» se lamentó, al tiempo que sostuvo que trasladó toda esta preocupación a Sebastian Uranga, ex basquetbolista y uno de los referentes de la organización para instar a que se haga algo al respecto.
Uberti remarcó una y otra vez no entender lo que estaba pasando, por qué tanta agresión, «ven el deporte de otra manera, quizá» argumentó, al tiempo que trajo a colación los otros antecedentes que tiene la institución nicoleña, con situaciones de violencia incluida.
Uberti contó que recibieron insultos, intimidaciones, aprietes, amenazas de muerte desde prácticamente llegados al club, donde 2 horas antes «no había policías, ni dirigentes, no había nadie en el estadio y alguien tuvo que abrir los portones» para el ingreso de los hinchas locales.
«El comisionado llegó tarde (se le rompió el auto)» comentó el dirigente como otra de las anomalías.
En torno el partido, analizó que «cuando se empezaron a achicar las diferencias ahí se puso complicado el trámite». «Nos decían no le se va a ocurrir festejar, métanse al vestuario y cerramos todo con candado, tuvimos que armar los bolsos, guardar las toallas antes de que termine el partido», disparó sorprendido.
Luego destacó no saber que le habría pasado al plantel si llegaran a ganar el duelo. «Estuvimos una hora en el vestuario con custodia y después unos 15 minutos en el hall del club» donde recibieron también todo tipo de amenazas como se puede ver en los vídeos virales reproducidos en las redes.
«Ya no sabemos qué hacer y lo peor es que esto se va a trasladar al jueves y al domingo» dijo angustiado. «La policía nos decía por favor métanse rápido», reflexionó indignado.
Por otra parte, agradeció todo el apoyo de la gente de Ceres y de las autoridades. El intendente Camilo Busquet también se reunió con dirigentes de Central para elevar un comunicado de repudio.
Lo cierto es que ahora el foco está puesto mas en cuestiones extradeportivas que en el juego en sí. La experiencia vivida exige un enorme grado de atención porque a la serie le falta recorrido, e incluso, puede llegar de nuevo a Ceres el domingo en un potencial 5to duelo, por lo que será necesario que los responsables en la toma de decisiones le otorguen un corte a estos sucesos que desvirtuaron por completo el clima de la presente serie.
Foto: CeresCiudad