
La llegada del presidente de la Federación de Córdoba y parte de su equipo a la ciudad de San Guillermo, abrió decididamente el debate en torno al futuro de la competencia regional y provincial. Uno de los puntos salientes informados en el reciente encuentro fue la Regionalización, algo de lo cual ya había anticipado en varios contactos con la prensa el Titular Federativo y que también reafirmó en este cónclave en Unión.
Christian Guini fue enfático en sostener que con esta regionalización se pretende «nivelar hacia arriba», con una mirada mas «general» que «particular», pero como contrapartida mencionó a las «distancias» (kms.) como el Talón de Aquiles a la hora de llevar adelante el Proyecto. De todos modos, esta iniciativa no debería ser tomada por sorpresa teniendo en cuenta que hace mucho tiempo CAB viene insistiendo con el concepto de Regiones y era inevitable ser atravesados por esta realidad en algún momento.
El tema se puede discutir desde muchas aristas. Preferimos plantearlo desde el dilema de «seguir en la zona de confort o romper estructuras». ¿Por qué no buscar en la Asociación otro tipo de torneo o nuevas estructuras competitivas? ¿Por qué no generar otras alternativas en la etapa de definiciones en los campeonatos domésticos, salir de lo tradicional? Mas allá de lo económico que es clave… ¿no sería una chance valiosa buscar otro roce, enfrentar otras caras, buscando mejorar la competencia? (por ejemplo, codearse con el buen nivel de competencia en formativas de los equipos de San Francisco).
Por ejemplo y a pesar de los problemas de logística y distancias, es insoslayable que en su momento para Sportivo y Unión competir en la Asoc. Noroeste les sirvió para mejorar, para potenciarse, siguieron haciendo básquet, volvieron mejores de esa competencia virtuosa donde tantos buenos jugadores se formaron y hoy por hoy, incluso, militan en lo mejor del básquet nacional.
En este marco, posiblemente pueda abrirse otra puerta para tomar la decisión de ir más allá de los propios límites y encontrar otras formas de crecer deportivamente. Pasará por la Federación ahora el desafío de convencer a aquellos que con sus justificados argumentos no están del todo propensos al cambio. No es sencillo persuadir a todos y mas cuando están en danza las arcas de las instituciones. Pero, por lo visto, hoy por hoy la Federación va segura de avanzar en todos estos aspectos.
Luciano Serafín